lunes, 23 de febrero de 2015

De pajareo por los humedales del Sur de Alicante

Viernes, 20 de febrero, después de tres días de temporal de lluvia y frío entre las montañas del norte de Alicante, decido hacer una expedición a los humedales del Sur. Contacto con Jana Marco, quien demostró ser, otra vez más, una excelente anfitriona ornitológica a lo largo de todo el día de pajareo. Desde aquí, gracias.

Quedamos en el habitual bar Los Molinos. Desde allí, y ya en un solo vehículo, nos dirigimos al observatorio de La Reserva. Mi objetivo del día era deleitarse de bisbitas y lavanderas, pardillos, cigüeñuelas y fochas. Pajarear por el placer de pajarear, descartando el objetivo de ver rarezas y objetivos similares. Y como bien dicen en mi queridísima película “El Gran Año”, el pajareo es cuestión de suerte, nunca sabes lo que te puedes encontrar. Al final del día, después de hacer balance, uno se da cuenta que por todo lo vivido, ese había sido un gran día.

Una vez en el observatorio de La Reserva, ante nosotros, aparecían centenares de aves acuáticas, algunas de las cuales si que censamos. Porrones comunes, porrones moñudos, fochas, zampullines chicos y cuellinegros, malvasías cabeciblancas, cormoranes, flamencos, gaviotas reidoras, unos pocos patos cuchara y patos colorados y algún que otro calamón.

Anas clypeata, 15 ex.
Netta rufina, 14 ex.
Oxyura leucocephala, 226 ex.
Aythya fulifula, 5 ex.
Aythya ferina, 616 ex.

Abundantes eran los zampullines cuellinegros, siempre esquivos a una fotografía. Me sorprenden sus doradas plumas de las mejillas, típicas del plumaje nupcial. Por doquier, el chif-chaf de los mosquiteros comunes, ponían la banda sonora a un día que empezaba gris, pero dando una luz especial al ambiente.

Después del exhaustivo recuento de anátidas, y casi sin darle importancia al repetido no avistamiento del porrón acollarado, salimos del observatorio, dispuestos a recorrer los campos de huertas y cultivos que se extienden por la zona Sur del Parque Natural. Un pájaro moscón se despide de nosotros con su característico reclamo.

A partir de ese momento, sigo a pie juntillas, las indicaciones de Jana para movernos por la maraña de carreteras, caminos y veredas. En campos recién regados, y con los brotes de los cultivos tapizando el suelo, nos deleitamos con decenas y decenas de lavanderas blancas y pequeños bandos de alondras. Ésta última no es una especie frecuente por mis habituales zonas de montaña donde suelo pajarear, por lo que fueron objeto de detenida observación por mi parte, prestando atención a todos los tonos de marrones que presenta su plumaje. Pequeños grupos de pinzones se alimentan en campos de granados.

Como si todas las rapaces se hubieran acordado salir a la misma hora, detectamos más de 5 águilas calzadas en vuelos, un ratonero que salta desde un árbol, un lejano cernícalo, un aguilucho lagunero en pleno ágape y, entre los terrones de la tierra roturada, Jana detecta un esmerejón, un individuo que se quedó como juv. o hembra. Vaya bicho bonito. Mi tercer avistamiento de esmerejón en mi vida. Un momento singular ver aquella pequeña rapaz confundiéndose en el terreno y mirando a todos los lados a la búsqueda de una posible presa.

Abandonamos aquella zona para continuar nuestro recorrido. Una parada obligada fue la observación de gorriones molineros, mis queridos gorriones. Y entre foto y foto…gruuu…gruuu. ¿Qués es eso? ¿Grullas? Gruuuu…gruuuu. Siiii, son grullas. Allí están. En efecto, 40 grullas comunes se alimentaban en unos campos ya hace tiempo cosechados. Qué deleite observar esas imponente aves!!!! Rojo, blanco níveo y gris perla. Fue el momento grulla del día.

Grupo de 40 grullas comunes

Continuaba nuestro recorrido por caminales, adelanto a una señora ciclista, paramos a ver unas garcillas, me adelanta la señora ciclista, la vuelvo a adelantar, paramos para observar una liebre agazapada. ¿Cómo demonios la detectó Jana? Si apenas se movía el animal y su pelaje la integraba en el suelo. El animal emprende veloz carrera y mi boca de desencaja. Vaya espectáculo.

Ya de vuelta, y antes de dirigirnos hacía las Salinas de Santa Pola, nos dejamos caer por el observatorio de la Reserva por si estuviera por allí el porrón acollarado, insigne porrón. Al pato no lo vimos, pero sí que nos encontramos con Antonio Jacabo, insigne ornitólogo y con el que siempre es un placer conversar. Creo que ese encuentro con un par de cervecillas o un par de cafés, se hubiera extendido durante unas horas, ya que las charlas de pajareo siempre son agradables en buena compañía.

Y como siempre suele suceder cuando bajo de pajareo a esa zona, se hacen las dos del mediodía y aún ni nos planteamos parar a comer. Esta vez, fuimos a comer a la orilla del mar, a las playas del Pinet. Entre bocado y bocado de bocata de atún, observaba a los numerosos alcatraces deambular mar adentro. 

Al fondo, se divisa la isla de Tabarca, isla que me acogerá la segunda quincena de abril dentro del proyecto Piccole Isole de anillamiento durante la migración prenupcial.


Isla de Tabarca desde la playa de Pinet

 
                           Acanthocardia tuberculata                                    Donax trunculus

A partir de ese momento, ya esperábamos que Miguel Angel Andrés se uniera a nosotros.

Llegamos a las salinas del Pinet y allí estaba el paraíso. 11 espátulas, algunas de ellas marcadas con anillas de PVC blanco con cuatro códigos alfanuméricos y una de ellas con combinación de anillas de colores. Avocetas y cigüeñuelas y alguna que otra gaviota picofina. Todos ellos alimentándose a escasos metros de la valla. Las cámaras emitían ráfagas y ráfagas de fotos. El momento y las aves lo merecían. Al fondo de la salina, un grupo de 20 agujas colinegras (Limosa limosa) hacían lo mismo, alimentarse. Un grupo mixto de 2 correlimos comunes y 5 corelimos menudos, volaban inquietos de una parte a otra de la salina. Las agujas colinegras ya mostraban un soberbio plumaje nupcial, con tonalidades marrones, oxido rojizos u ocres. Que le vamos a hacer, los pintores vemos colores de nombres poco habituales.

 
Gaviota picofina

Cigüeñuela

Avoceta

Cigüeñuela

Espátula anillada con una anilla de PVC blanco con 4 códigos alfanuméricos.

 
Espátula anillada con una combinación de anillas de colores. Posiblemente, holandesa.

Por si no tuviéramos bastante con todo aquello, un macho de alcaudón meridional, emitía unas notas de canto territorial delante de una hembra y otro macho pretendiente. ¿Qué decir ante aquello?

Pareja de alcaudones meridionales. El macho, a la izquierda, emitiendo su canto de celo

El Sol iba cayendo y el rosado plumaje de las gaviotas picofinas adquirían cálidas tonalidades, mientras que las blancas plumas de avocetas y espátulas eran de todos los colores menos blanco.

Después de una hora de éxtasis, nos acercamos a las Salinas de Santa Pola, al ya clásico observatorio de la Torre de Tamarit. 14 vuelvepiedras (Arenaria interpres) vuelan delante de nosotros.

Difícil explicar el momento del encuentro del nudibranquio por parte de Jana para asombro de Miguel Angel y mío. Un animalito de agua salada de escasos 2 centímetros, Precioso y enigmático.

Gaviota patiamarilla



Clásicas son ya las fotos de la puesta de Sol en ese punto. Antes de emprender viaje de vuelta, recuento de centenares de gaviotas sombrías y patiamarillas, con sus mil y un plumajes diferentes de inmaduros, subadultos y de adultos. Todo un reto para un montaraz eurosiberiano como yo.

Deseoso estoy ya de poder volver a estos paraísos ornitológicos, constantemente maltratados y frecuentemente menospreciados e infravalorados.

domingo, 15 de febrero de 2015

Híbrido porrón europeo x porrón pardo en el PN Fondó d'Elx

Apunte en píntura acrílica del híbrido de porrón europeo x porrón pardo (Aythya ferina x Aythya nyroca), observado el 21 de enero de 2015 en la charca de Poniente Sur del P.N. del Fondó d'Elx, durante el censo. Observadores: Marcos Ferrández, Javi Cots y Pep Cantó. Este sábado pasado día 14 de febrero fue detectado de nuevo por el experto ojo de Antonio Jacobo Ramos en la charca de La Reserva del mismo espacio natural.

lunes, 9 de febrero de 2015

08.02.2015. Nueva sesión de control de la invernada de acentor alpino (Prunella collaris) en Alcoi (N. Alicante)

Domingo, 08 de febrero. Después de la intensa ola de frío que ha azotado a la Península esta semana pasada, y con nieve aún en estas montañas del norte de Alicante, toca hacer día de visita y seguimiento a los acentores alpinos que invernan a la Creu del Preventori en Alcoi. Por experiencias anteriores sabía que un día de fin de semana era prácticamente imposible que las aves bajaran por la zona y pudieran caer en los cepos malla con los que solemos capturarlos. 

Otra cosa diferente era que bajaran de manera fugaz a comer, bien restos de  bocadillos de los excursionistas que allí acuden, bien la comida (nueces y migas de pan) con los que suelo atraerlos. 

Mi sorpresa fue al ver la gran provisión de semillas de mijo que, los jubilados excursionistas que a diario suben a esta cumbre, habían dejado.

La familiaridad con la presencia humana que muestra esta especie y, seguramente, también su hambre y necesidad de acumular reservas, les hizo bajar de inmediato ante la oferta de varias nueces troceadas. Ello me sirvió para fotografiar y controlar el pequeño núcleo de acentores invernantes en este punto.

 AA1, Macho, edad Euring 7, anillado en el mismo lugar el 09.01.2014

 AA8, Hembra, edad Euring 8, anillada en el mismo lugar el 21.01.2014

 AA1. Macho edad Euring 7, anillado en el mismo lugar el 09.01.2014


 AA4, Macho edad Euring 8, anillado en el mismo lugar el 09.01.2014


 AN0. Macho, edad Eruring 5, anillado el 11.01.2015 


                          AN0. Macho, edad Eruring 5, anillado en el mismo lugar el 11.01.2015 

 AA3. Hembra, edad Euring 7, anillada en el mismo lugar el 09.01.2014


 Ejemplar de acentor alpino sin anillar.


 Acentor alpino soleándose.


Semillas de mijo que suelen dejar los excursionistas jubilados que a diario acuden a la zona.