Los efectos de los excrementos de los cormoranes afectan a los árboles donde se asienta el dormidero. A la parte izquierda del pinar, a resguardo de los vientos del Oeste y Noroeste, se observan los pinos secos.
¿Cuantos años hace que no iba a censar al embalse de Beniarrés? Demasiados. Esta tarde he vuelto, telescopio y cuaderno de campo en mano, a censar acuáticas y el dormidero de cormorán grande. Poco a poco, la tarde iba cubriéndose de nubes presagiando la lluvia que caería después. Una tarde gris.
Después de las lluvias de final de diciembre el nivel de agua del embalse estaba muy alto. Buscando el dormidero de cormoranes, no me ha costado mucho detectarlo ya que el uso continuado de un número tan elevado de aves, y la acción corrosiva de sus excrementos, van secando, poco a poco, los pinos sobre los que se asientan a pasar la noche, dándole una coloración grisácea debido al acumulamiento de los excrementos en las ramas.
Este es el resultado final del censo
Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) 158 ex.
Ánade azulón (Anas platyrhynchos) 264 ex.
Cerceta común (Anas crecca) 3 ex. (1 macho y 2 hembras)
Somormujo lavanco (Podiceps cristatus) 10 ex.
Garza real (Ardea cinerea) 8 ex.
Y estas son las otras especies que esta tarde se han podido observar: Motacilla alba, Sylvia atricapilla, Sylvia melanocephala, Phylloscopus collybita, Turdus philomelos, Athene noctua, Lophophanes cristatus, Parus major, Pica pica, Carduelos cannabina, Carduelos carduelis
No hay comentarios:
Publicar un comentario