Víbora hocicuda, escurçó (Vipera latastei). Con las tíbias temperaturas del otoño, los reptiles salena la carretera a solearse. Desgraciadamente, muchos de ellos mueren atropellados bajos las ruedas de los coches. Esta víbora, aunque reventada y con los intestinos fuera, aún estaba viva y hacía el amago de morder. Un triste final para un animal tan hermoso y sofisticado.
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