lunes, 27 de mayo de 2013

Anillando piquituertos: iguales pero diferentes

Empiezan los anillamientos de primavera y verano. Cada bebedero, ubicado en hábitats diferentes dentro de la sierra del Carrascal, tiene sus especies características en consonancia con el hábitat. 

Este bebedero, situado en la zona sureste de la sierra y donde predomina el matorral y el pinar sobre el carrascal omnipresente en la mayoría del Parque Natural, es un lugar idóneo para el seguimiento de piquituertos, sílvidos y otros paseriformes de zonas de matorral.

Cumpliendo las previsiones, se capturaron para su anillamiento 8 piquituertos comunes (Loxia curvirostra) que pone en evidencia que nada de lo que se lee en las guías de campo puede ser verdad, al menos verdad absoluta.

Cada individuo mostraba un plumaje completamente diferente incluso entre ejemplares del mismo sexo y edad. Sus mudas, en ocasiones parciales, extensas y excéntricas, en ocasiones completas y suspendidas, continúan fascinándome, aún tantos años después.





 



Panorámica de los alrededores del bebedero. Matorral mediterráneo con arbolado disperso de pino y carrasca.

Estas zonas de bosques abiertos con abundante matorral constituyen lo que yo denomino "territorio curruca". Y como no podía ser de otra manera, curruca carrasqueña (Sylvia cantillans)

Y ésta es una de las recompensas de los madrugones de la primavera y el verano para ir a anillar. Los magníficos paisajes que se pueden admirar al amanecer

Al igual que aún me fascinan las estrategias de muda de estas aves, me continua conmoviendo cada una de las canciones del Boss, la banda sonora de mi vida.



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